
Hoy es impensable pensar el periodismo sin Internet. Este se ha vuelto una herramienta fundamental para el reporteo y para los nuevos canales de acceso y publicación de información. Hoy todos están en la Red. Todos los medios tienen sus páginas web. Algunos han tenido que cambiar sus formulas, desjerarquizar la información y dejar que el usuario seleccione y otros han tenido que simplificar sus formas de navegación. Ensayo y error. Un juego permanente.
Los diarios más influyentes compiten por tener los mejores blogs en sus portales. Compiten por la inmediatez, por la credibilidad, por la creatividad en la forma en que ponen a disposición de miles de personas sus contenidos.
Y esta ha se ha transformado en tarea de los periodistas. Ya no es suficiente que sean capaces de encontrar y escribir una buena historia. Hoy tienen que saber de programas, de multimedia. Sino no es así, no habrá espacio para ellos en este medio que exige tener estas competencias.
Algunos auguran que unas décadas más el papel ya no existirá y que todos los medios se trasladarán a la red, como el Investigador norteamericano Philip Meyer, de la Universidad de North Carolina, en su libro de Vanishing Newspaper. Quizás la premisa suena un tanto exagerada, pero no es exagerado, sino que una realidad que muchos de los periodistas que egresarán –y que están egresando- no estarán sentados en una sala de redacción, escribiendo contra el tiempo, para luego ver su trabajo impreso.
Para que todo esto funcione es absolutamente necesario que las escuelas de periodismo formen profesionales abiertos de mente, creativos y que manejen la tecnología, tal vez, como un programador más.
El artículo de Guillermo Franco, editor del diario on-line colombiano Eltiempo.com, amplía este panorama y analiza en extenso los cambios que han remecido a los medios tradicionales.
Los diarios más influyentes compiten por tener los mejores blogs en sus portales. Compiten por la inmediatez, por la credibilidad, por la creatividad en la forma en que ponen a disposición de miles de personas sus contenidos.
Y esta ha se ha transformado en tarea de los periodistas. Ya no es suficiente que sean capaces de encontrar y escribir una buena historia. Hoy tienen que saber de programas, de multimedia. Sino no es así, no habrá espacio para ellos en este medio que exige tener estas competencias.
Algunos auguran que unas décadas más el papel ya no existirá y que todos los medios se trasladarán a la red, como el Investigador norteamericano Philip Meyer, de la Universidad de North Carolina, en su libro de Vanishing Newspaper. Quizás la premisa suena un tanto exagerada, pero no es exagerado, sino que una realidad que muchos de los periodistas que egresarán –y que están egresando- no estarán sentados en una sala de redacción, escribiendo contra el tiempo, para luego ver su trabajo impreso.
Para que todo esto funcione es absolutamente necesario que las escuelas de periodismo formen profesionales abiertos de mente, creativos y que manejen la tecnología, tal vez, como un programador más.
El artículo de Guillermo Franco, editor del diario on-line colombiano Eltiempo.com, amplía este panorama y analiza en extenso los cambios que han remecido a los medios tradicionales.
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